San José Hermandad de San José Artesano
Lucena, Córdoba
Licencia registrada: Hermandad, versión 6 y C.I.C.
   LA HERMANDAD DEL GLORIOSO PATRIARCA SAN JOSÉ
Es sabido que en la segunda mitad del siglo XVIII, un gremio bien organizado de carpinteros, tanto de obra fina como de obra gruesa, constituidos en Hermandad, rendía culto a Nuestro Señor San Josef, en la ermita de Nuestra Señora de O, sita en la Calzada, celebrando en honor del santo Patriarca espléndidas fiestas, dotando además al titular, de magnífico retablo, tallado y dorado por Pedro de Mena y Gutiérrez.
Entre 1770 en que el cargo de hermano mayor recayó en Vicente de la Cruz hasta 1860 en que lo ostentaba Juan Mateo de Luque y Hurtado un sin fin de carpinteros mantuvieron pujantes los cultos en honor del Santo Carpintero de Nazaret.
Lentamente debió disolverse la hermandad, del mismo modo que se iba deteriorando la bella ermita dedicada a la Expectación de Nuestra Señora. Más tarde, aunque ya en nuestro siglo, su abandono, la dispersión de sus enseres e imágenes acabaron definitivamente con una memoria que tenía casi siglo y medio de edad. Para atender las necesidades religiosas de las localidades devastadas por la Guerra Civil, varias eremitas lucentinas fueron desmontadas. Así ocurrió con el retablo mayor de la de Nuestra Señora de la O, obra de Francisco José Guerrero, que fue trasladado a Castro del Río, en cuya parroquia se conserva, o con la propia imagen de San José, que, según me informó personalmente mi buen amigo don Rafael Flores Morante, (q.s.G.h.), se encuentra en la iglesia o convento de las Salesas de Córdoba.
Fue preciso esperar a la segunda mitad de nuestro siglo para que una devoción tan ancha y profunda fuese recuperada. Nuevamente el gremio de la carpintería honraba de manera oficial a su Santo Patrón. De una manera oficial y como respuesta a las instancias de un grupo de empresarios y trabajadores de la madera, el 20 de marzo de 1959, estando vacante la Sede cordobesa, el Sr. Vicario Capitular declaraba erigida la Hermandad de San José Artesano en la parroquia de Santo Domingo, aprobando sus estatutos y confirmando la Junta provisional de Gobierno.
Todavía bajo la presidencia de su primer Hermano Mayor, D. Antonio Delgado se logró que los anuales cultos que la Hermandad celebraba en honor de su titular, culminaran con la procesión de la misma por las calles lucentinas.
El entusiasmo de muy pocos miembros de las diferentes Juntas de la Hermandad mantuvo durante años los cultos y el desfile procesional. No obstante un salto cualitativo, acorde con el desarrollo extraordinario de la industria de la madera en Lucena, se produjo a comienzos de 1986, momento en que la Hermandad contaba solamente con dos personas en su Junta de Gobierno, el presidente don Antonio García Sánchez y don Miguel Hurtado Nieva. Se constituyó, en consecuencia una Gestora formada por los Sres. siguientes: D. Antonio García Sánchez, D. Miguel Hurtado Nieva, D. Bernardo Rodríguez Chicano, D. Cristóbal Sánchez Párraga, D. Fernando Díaz Torres, D. Antonio Morillo Ruiz, D. Antonio Hurtado Nieva, D. Antonio Jiménez Baena y D. José Jiménez Pino.
Dispuestos a mantener y ampliar los cultos a San José se acordó celebrar el Triduo y la Función Solemne. También se otorgó mediante sorteo entre los hermanos la manijería del paso procesional, honor que correspondió a D. José Encabo López.
Uno de los primeros retos con que la renovada Hermandad se enfrentó fue el mal estado de las magníficas imágenes de San José y de su Niño. Encomendada sus restauraciones en 1987 a D. Junto Romero Fabero, su trabajo se ciñó a tapar las grietas que presentaba la talla, y a reconstruir algunos deterioros de la policromía y de la encarnadura de la imagen, obra atribuida con bastante fundamento al granadino José de Mora. Su traslado desde un altar lateral del lado de la Epístola al del crucero del lado opuesto mejoró la posibilidad de admirar una de las más importantes obras artísticas del patrimonio escultórico lucentino.
Encabezada la Junta Gestora por D. José Jiménez Pino, mientras se maduraba el proyecto de elaboración de un nuevo trono para San José, la Hermandad continuó en su labor de mejora de enseres, de tal modo que en 1989 se estrenó un dosel, diseñado por D. Antonio Nieto del Espino, para acoger la santa imagen en el altar mayor durante la celebración de sus cultos. En la Misa del Gallo y en la de Navidad, presidió el altar mayor de la parroquia el Niño Jesús de San José, que, al finalizar la celebración fue dado a besar a los fieles. En 1990 se estrenaron las nuevas varas de regir la procesión para los cargos y las túnicas de los santeros. Asimismo se remitieron al Obispado para su aprobación los nuevos Estatutos.
Fruto de los anhelos de la Junta y básicamente de la ilusión de D. Miguel Jiménez Baena y del magnífico tallista D. José M. Ropero Jiménez, en agosto de 1990 se iniciaron los trabajos para dotar a la imagen de un trono de madera tallada y dorada, diseñado por D. Francisco Angulo Servián, acorde con su categoría artística y a Lucena de una joya más para su Patrimonio Artístico.
El año de 1991, donadas a la Hermandad por los orfebres lucentinos Hermanos Angulo, estrenó el santo Patriarca una bella aureola y el Niño Jesús unas potencias finamente labradas, así como un nuevo vestido bordado por las MM. Carmelitas Descalzas.
El nuevo trono, tallado en madera de pino flandes por D. José M. Ropero, con la colaboración de los talleres Tallasur de Torredonjimeno y de D. Francisco de P. Ranchal, fue mostrado al pueblo lucentino en el desfile procesional de 1992.
El 21 de febrero de 1993, una vez aprobados los Estatutos de la Hermandad por la autoridad eclesiástica, se celebró el pertinente acto electoral que produjo la siguiente Junta de Gobierno: Hermano Mayor: D. José Jiménez Pino; Vice-Hermano Mayor: D. Antonio M. Morillo Ruiz; Secretario: D. Juan Gómez Muñoz; Vice-Secretario: D. Fernando Díaz Torres; Tesorero: D. Cristóbal Sánchez Párraga; Vice-Tesorero: D. Rafael León Delgado; Vocales: D. José Flores Flores, D. José Ruiz Franco, D. Antonio Jiménez Baena y D. Francisco Ruiz Franco. La nueva y al mismo tiempo veterana Junta acometió de inmediato la labor de dorado del trono, labor que encomendó al afamado artista sevillano D. Antonio Díaz Fernández. El mes de marzo de 1994 se verificaba la entrega del espléndido trono barroco de San José, maravillosamente dorado y policromado en todos sus elementos: canastilla, pedestal y candelería como digno paso procesional para la bella imagen tallada por Mora. Sus magníficas tallas doradas se completaron con cuatro cartelas labradas en medio relieve con escenas de la vida de San José salidas de las gubias del prestigioso escultor hispalense D. Ricardo Rivera, todas flanqueadas por parejas de angelitos. El estreno de tan fastuoso trono logró el más unánime y admirativo aplauso de los lucentinos.
El año 1995 determinó la Junta adelantar el desfile procesional de San José al domingo anterior a la celebración del Día de Nuestra Patrona María Santísima de Araceli, lo que ha permitido que las Fiestas Patronales no ensombrezcan de ninguna manera la celebración josefina.
Cabe concluir, con algunos logros más de la activa Junta de Gobierno el estreno de resplandor y corona de plata sobredorada para el Santo y su Niño, los casquetes de los varales del trono, elaborados en los Talleres de Juan Angulo, y la edición de los Dolores y Gozos del Glorioso Patriarca San José.
Francisco López Salamanca. Cronista Oficial de la Ciudad de Lucena. Año 1995
 
 
 
   
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