Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, Santísimo Cristo Yacente en su Santo Entierro y María Santísima de los Dolores Almendralejo, Badajoz
Licencia registrada: Hermandad, versión 6

En 1954, existían en el templo parroquial de Nuestra Señora de la Purificación dos Imágenes, una del Señor y otra de la Virgen, que contaban con la devoción de numerosos almendralejenses. Mediante este fervor, el entonces párroco, el venerable D. Manuel Alemán y Carvajal, encauzó la fe de un grupo de cristianos en un movimiento apostólico singular: una cofradía de nazarenos.
La Junta Organizadora estuvo encabezada por D. Carlos Salgado y Peñarronda, inspector de alcoholes, y compuesta por miembros de la incipiente industria del vino, gremio de los bodegueros. Este equipo aportaría la definición espiritual y estética de la Hermandad, que podía resumirse en su fervor penitencial y en la seriedad y recogimiento de sus manifestaciones piadosas.
Antes de comenzar los trámites de la erección canónica, hubo que redactarse unas reglas, que organizara tanto la vida espiritual como orgánica de la corporación, la cual se inspiró en las constituciones de dos señeras hermandades sevillanas: la del Calvario y la del Gran Poder. Tras estos prolegómenos, se empezó a gestionar la aprobación eclesiástica, que sería concedida por el señor Obispo de Badajoz, el ilustrísimo doctor D. José María Alcaraz y Alenda, con fecha de doce de Agosto de 1955. A partir de entonces, comenzaron los preparativos para que el Jueves Santo, seis de Abril de 1957, a las doce de la noche, realizara nuestra Hermandad su primera Estación de Penitencia.

Características esenciales
La inspiración barroca y sevillana de las raíces nos otorgan un carácter peculiar en nuestra Semana Santa. Sus Reglas, el hábito nazareno, la insignia del simpecado y las advocaciones que venera, la aproximan a las Hermandades llamadas de Silencio, pasando a ser la característica esencial de nuestro desfile procesional, catalogándolo como uno de los mejores, tanto en su organización en la calle, en los valores artísticos de sus pasos, así como por su profunda emotividad, mayor orden y profundo silencio, bajo la máxima de ser una manifestación de piedad, devoción y penitencia para mayor honor y gloria de Nuestro Divino Redentor y no un simple acto o función social.

Túnica
El hábito de la Hermandad, que visten los nazarenos, se compone de túnica de ruán, calzado, calcetines y antifaz negro. El cinturón es de esparto en su color, no se permite que puños y pantalón rebasen la túnica y está proscrito el uso de reloj, anillo, pulseras, guantes, gemelos o cualquier objeto que permita identificar al nazareno. El calzado es negro y queda prohibido el uso de zapatillas deportivas, hasta el punto que el hermano puede ser obligado a descalzarse si incumpliera esta norma. Las mujeres tienen permitido la participación en el cortejo procesional, siempre y cuando lo hagan vestidas de mantilla y traje negro y nunca como nazarenos. El uso de la medalla de la Hermandad es preceptivo para los hermanos en todo tipo de actos y cultos que se desarrollan.

Escudo de la Cofradía
El signo heráldico de la Hermandad, adoptado desde su fundación, consiste en un escudo formado por una corona de espinas, de oro, que trae en campo de sable(negro) dos escudos ovalados y acolados en forma de V: el diestro, de oro, con la Cruz de Santiago, de gules(rojo); y el siniestro, de plata, con un almendro arrancado, de sínople(verde); entre ambos y en jefe, cinco gotas, de gules(rojo), en forma de aspa. Estas armas simbolizan: la corona de espinas, la que fue impuesta a Nuestro Redentor en el pretorio de Pilatos; la Cruz de Santiago, el patronazgo de la Orden Militar de apóstol sobre el templo parroquial de Nuestra Señora de la Purificación en el momento de su construcción en el siglo XVI; el almendro, el escudo de la ciudad; y las gotas, las cinco llagas de Nuestro Señor en su sagrada pasión.

Junta de gobierno
Tras la aprobación de las nuevas Reglas, con el mismo espíritu de las fundacionales, pero adecuadas a las directrices sugeridas por el Obispado de la Archidiócesis de Merida-Badajoz en su "Estatuto marco para las Hermandades y Cofradías", a supuesto una renovación en la vida de esta Hermandad, establecida sobre los pilares de la oración, la penitencia, la caridad y el apostolado. Nuestra Cofradía ha obtenido un gran impulso en estas dos últimas décadas, auspiciadas por las juntas de gobierno que han regido la vida de la Hermandad y con el apoyo incondicional de todos los hermanos, sin cuya colaboración hubiera sido imposible el sacar adelante las metas fijadas. El organigrama está dividido actualmente en diputados y oficiales, apoyados por voluntarios colaboradores además de los puestos de responsabilidad, siendo el actual Hermano Mayor D. Juan Luís Ramírez Hidalgo y nuestro Director Espiritual, el Arcipreste de la Parroquia de Ntra. Sra. de la Purificación y San Pedro D. Rafael Corraliza. El número de hermanos es de 650, teniendo gran relevancia el aumento de incorporaciones que se realizan todos los años en cuanto a jóvenes se refiere, lo que ha influenciado para tener que formar un tramo constituido por niños dentro del cortejo procesional. También la incorporación de nuevos costaleros, así como el de hermanas.
Formamos parte de la "Asociación Nacional de Cofradías bajo la advocación a Jesús del Gran Poder",siendo sede de las convivencias realizadas en los años 1996 y 2006 como cierre de los actos de la conmemoración del Cincuentenario Fundacional de la Hermandad.
Nuestra Cofradía es pionera en iniciativas para realzar el sentimiento cofrade de Almendralejo, desde la realización de conciertos de marchas, polifónicos, exposiciones, charlas-coloquios, publicaciones de boletines, excursiones... hemos intentado desde nuestras posibilidades como corporación dar el mayor ambiente posible a los días anteriores a la Semana de Pasión. Actualmente, dentro del buen ambiente de hermandad y camaradería existente en la Junta de Cofradías, estos actos han pasado a encuadrarse en los organizados por la misma, teniendo especial relevancia nuestro apoyo al desarrollo de estas actividades.

Iconografía
Nuestro Padre Jesús del Gran Poder. Nazareno con la Cruz a cuestas camino del Calvario. Imagen neobarroca. En 1953 empieza la talla en los talleres sevillanos de Mauricio Tinoco. Fue gubiada bajo los cánones cofradieros de la época, es decir, apego a las formas neobarrocas, conservando la magia de lo clásico. Se supone que fue esculpida inspirándose en la imagen de Jesús de la Pasión de Sevilla. Terminada en 1954. María Santísima de los Dolores. Del mismo autor. Dolorosa al clásico estilo sevillano con corona en plata sobredorada y manto negro bordado en oro, bajo los cánones pre-juan manuelinos. Luce en el pecho corazón de plata, atravesado por siete puñales, que representan cada uno de los siete dolores; en la parte superior, una lengua de fuego representando la venida del Espíritu Santo. Sostiene manipulo en la mano derecha y rosario en la izquierda.

Autor
Mauricio Tinoco nació en 1900 en los Santos de Maimona (Badajoz). A los ocho años ingresó en la Escuela de Artes y Oficios de su localidad, para marchar posteriormente a Sevilla. Fue catedrático de la Escuela Superior de Bellas Artes y miembro de la Real Academia de Bellas Artes. En 1944, fue galardonado con la Segunda Medalla en la "Exposición Nacional de Escultura". Falleció a la temprana edad de 48 años, por lo que su obra no es muy extensa.

Nuestras procesiones
Estación de Penitencia (El Silencio) 2 Pasos Desde sus inicios e inalterablemente, el Jueves Santo a las 12 de la noche.
Paso del Gran Poder. Adornado con claveles rojos y acompañamiento de música de capilla. Portado a costal por 24 hermanos costaleros. El recorrido no suele variar mucho de unos años a otros, intentando realizarlo por las calles del centro de la ciudad (Plaza de España, Plaza de la Iglesia, Juan Carlos I, Reina Victoria, Plaza de Espronceda, Plaza de la Constitución, San José, Cantones, Ricardo Romero...).
Paso de la Virgen. Con claveles y lirios blancos. Portado por 24 hermanos costaleros. Sin acompañamiento musical. Hace algunos años se tomó la determinación que por la característica de silencio que tenemos no hubiese acompañamiento musical en nuestros pasos.
Lugares recomendados: la salida de ambos pasos, por la estrechez de la puerta y el volumen de los mismos: en el paso del Gran Poder es necesario quitar el ultimo tramo del brazo de la cruz y en de la Virgen los costaleros han de sacarlo de rodillas. La bajada de la calle Reina Victoria por su fuerte pendiente y desigualdad del terreno. Para poder apreciar todo el esplendor del cortejo, mejor hacerlo en calles estrechas y largas, como San José o Cantones; aunque por emotividad y recogimiento ningún lugar mejor que la calle Ricardo Romero, a la altura del convento de Santa Clara, por los lazos emotivos que nos unen a esta comunidad. Ya de recogida, bien entrada la madrugada, los pasos son vueltos en la angosta calle para que a través de una pequeña ventana, las hermanas clarisas eleven sus rezos ante nuestras Imágenes, en unos momentos donde hasta el movimiento de las bambalinas del palio enmudecen para no romper el silencio.
Procesión del Santo Entierro
Es la procesión más antigua que existe en la ciudad, teniendo documentación que atestigua ya de su existencia en el siglo XVII; nuestra Hermandad adquirió, allá en la década de los ochenta, un compromiso con el entonces párroco de la Purificación, D. Tobías Medina, para asumir la responsabilidad de la organización de este cortejo, ya que las distintas fórmulas empleadas con anterioridad resultaron un fracaso y estuvieron a punto de conducir la procesión a la ruina. Está encuadrada como Procesión oficial ????p? de la Junta de Cofradías, organizada por la Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Ntro. Padre Jesús del Gran Poder. Sale en la tarde del Viernes Santo, tras los oficios, desde la Parroquia de la Purificación, acompañado por los hermanos de la Cofradía con su túnica negra, Junta de Cofradías y Autoridades. El acompañamiento musical lo realiza la Banda de Música de Almendralejo y el cortejo está compuesto de 2 pasos.
Paso de la Urna: lirios morados, claveles rojos y romero. Lo portan 24 costaleros hermanos del Gran Poder.
Paso de la Virgen de los Dolores: claveles y lirios blancos, portado por sus costaleros. El recorrido suele hacerse por las calles del centro de Almendralejo (Real, Cervantes, Ricardo Romero y Plaza de España). Indicar que los años acabados en cero o cinco, se realiza Procesión Magna, saliendo todos los pasos existentes en nuestra ciudad, con sus cofradías, en acompañamiento al de la Urna (hoy en día en pleno proceso de restauración).

Procesión de la Soledad
Organiza la Hermandad y Cofradía de Ntro. Padre Jesús del Gran Poder y María Stsma. De los Dolores. 1 Paso, claveles y lirios blancos, salida en la noche del Viernes Santo, el acompañamiento es exclusivamente femenino, por lo que es más conocida por la Procesión de las mujeres. Todas las asistentes llevan pequeñas velas de cera y durante el recorrido se reza en voz alta el Santo Rosario y se entona el Dios te Salve María.
Broche de nuestra Semana Santa, la procesión de la Soledad es la más intimista de cuantas recorren nuestras calles, cuyo silencio es roto por el devoto rezo del Santo Rosario de las cientos de mujeres que acompañan a Nuestra Señora en sus momentos más amargos. Los costaleros del Gran Poder, en un claro ejemplo de Hermandad, funden las dos cuadrillas en una sola para hacer su último esfuerzo y llevar el palio con penitencial gallardía. Y si las saetas en la calle San José se han convertido en una tradición no escrita, no es menos ritual la entrada del paso, ya en la madrugada del Sábado Santo. Tras el último misterio del rosario, el palio entra con especial galanura en el soberbio portal renacentista de la Purificación. El capataz ordena la última levantá, que suele realizarse con el corazón, ya que las fuerzas están agotadas. Después de "echar el resto" en la dificultosa entrada de rodillas, los costaleros, exhaustos, viran el paso hacia el Altar Mayor para la plegaria hecha canto en la Salve, a cuya terminación el velo de silencio del templo se desgarra en un atronador aplauso para unos hombres que lo han dado todo "en el palo". Las lágrimas sólo tienen ya que recorrer el camino que les ha abierto la emoción y los costaleros se cobran tanto esfuerzo con una justa recompensa: mirar a los ojos de la Virgen y decirle: "Hasta el año que viene. Si Dios Quiere".